A muchos de vosotros, quizá haya algo que no se os de bien y podréis mejorarlo, o no, también podéis dejarlo y dedicaros a otra cosa. Eso sí, con motivación y esfuerzo lo podréis mejorar. Pero claro, implica tiempo de dedicación, implica prescindir de hacer otras cosas que quizá se os den bien y os apetezca más hacer. Aún así, ese esfuerzo no os confirmará que lleguéis a dónde queríais llegar. Ahora bien, cada día, cada vez, poco a poco, estaréis más cerca de esa meta. Será como una maratón por etapas.
Un día no ganaréis, dos días no ganaréis, tres días no ganaréis y seguiréis fallando, seguiréis intentándolo y seguiréis aprendiendo, seguiréis avanzando.
Si el equipo contrario es mejor, tenéis más probabilidades de perder y si el equipo contrario no es tan bueno, con más probabilidad ganaréis. Pero vosotros tenéis que jugar, y hacerlo bien. Y cuanto más os esforcéis mejores seréis y más partidos ganaréis, porque sólo son eso, partidos. Sin esfuerzo sólo irán cambiando vuestros adversarios pero vosotros seguiréis estáticos, seguiréis estancados. Es otra opción, muy plausible y quizá más adelante os quejéis. Sí, al ver que habrá otros a vuestro lado que se esfuercen y que os avancen, aunque creáis que vosotros tenéis mejores capacidades. Y para más fastidio, habrá aquellos que avancen sin apenas esforzarse, sin embargo, estos últimos no estarán ganando algo tan importante como es el valor y el hábito del esfuerzo.
También, os encontraréis con alguien que tenga mejores habilidades que vosotros y a pesar del esfuerzo perderéis y os sentiréis fracasados una y otra vez, es ley de vida. Pero recuerda: sentirte fracasado, no quiere decir que seas un fracasado. Aprovecha esas personas que tienes al lado para aprender de ellas cada día más y más. Acércate a ellas y aprende todo lo que puedas.
A VECES SE GANA Y OTRAS... SE APRENDE.
Evitarle el esfuerzo al otro, darle todo o casi todo sin un esfuerzo previo o porque sí, resolverle las dificultades...todo eso no es amor puro. Pues con las mejores intenciones lo que se hace es anular a la otra persona, es convertirlo en un indigente. Le estamos dando el mensaje de "cómo no podrás o te supone un esfuerzo, ya lo hago yo".
Un día esa ayuda no llegará, entonces culpará a los demás de no poder tener o conseguir lo que quiere y os lo hará saber, se hará la víctima buscando vuestra atención para que le tengáis lástima. Y si no lo consigue, os odiará y querrá que le odies para que sepáis que está ahí, montará rabietas y quizá se ponga agresivo.
UN PEQUEÑO EQUIPO
EL CAMINO DEL ÉXITO
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