El video que os voy a comentar en esta entrada inicia su reflexión en cómo proyectamos nuestro futuro, la importancia de imaginarnos qué queremos que ocurra más adelante.
A partir de aquí, habla de diferentes zonas que tenemos en nuestras vidas. Una de ellas, es la zona de confort, que serían nuestros hábitos cotidianos, nos gusten o no. Otra sería la zona de aprendizaje, observar, experimentar, viajar...
Con estos dos conceptos te explica la zona de pánico o de no experiencia, que está más allá de la zona de aprendizaje. En ésta las personas que no la han traspasado dicen que es mejor no salir porque sino pueden ocurrirte cosas terribles.
Ésta zona en verdad es la zona mágica, la zona de los grandes retos. En la que al frecuentarla lo que haces es alargar y aumentar tu zona de confort. El cambio es añadir, es desarrollo personal. Las personas que no pasan esta zona es por miedo, miedo a perder lo que tienen, o peor, lo que son.
Al intentar traspasar esta zona se crean dos tensiones, la tensión emocional y la tensión creativa, que operan como dos fuerzas opuestas. Para avanzar en esta zona la motivación tiene que salir victoriosa frente a los miedos, miedo al qué dirán, miedo a equivocarse...
¿Cuál de estas zonas frecuentas más a menudo?
Recuerda, lo que tú no decidas lo harán otros por ti.
Si cruzas la zona y gestionas bien los miedos, aumentará tu autoestima. Puedes sentir que te encoges porque ves lo que te falta por aprender. Te puedes sentir incompetente, pero estás aprendiendo.
Recoge todos tus recursos personales, recuerda tu misión, el porqué y para qué lo haces. Pasa a la acción y sé perseverante.
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